Miguel de Unamuno y Jugo nació en Bilbao, 29 de septiembre de 1864, fue un escritor y filósofo español perteneciente a la generación
del 98. En su obra cultivó gran variedad de
géneros literarios como novela, ensayo, teatro y poesía. Fue, asimismo, diputado del Congreso
de los Diputados de 1931 a 1933 por la circunscripción de
Salamanca. Fue nombrado rector de la Universidad
de Salamanca tres veces; la primera vez en 1900 a los 36 años y la última, de 1931
hasta su destitución, el 22 de octubre de 1936, por orden de Franco. En septiembre de 1880 se traslada a la Universidad
de Madrid para estudiar Filosofía y Letras. El 21 de junio de 1883, a sus diecinueve años, finaliza sus estudios y realiza el examen de
Grado de dicha licenciatura obteniendo la calificación de sobresaliente. Al año
siguiente, el 20 de junio, se doctora con una tesis sobre la lengua
vasca: Crítica
del problema sobre el origen y prehistoria de la raza vasca. En 1914 el ministro de Instrucción Pública lo destituye del rectorado por
razones políticas, convirtiéndose Unamuno en mártir de la oposición liberal. En
1920 es elegido por sus compañeros decano de la Facultad de Filosofía y
Letras. Es condenado a dieciséis años de prisión por injurias al Rey, pero la sentencia no llegó a cumplirse. En 1921 es nombrado vicerrector. Sus constantes ataques al rey y al dictador Primo
de Rivera hacen que éste lo destituya nuevamente y
lo destierre a Fuerteventura en febrero de 1924. El 9 de julio es indultado, pero se destierra voluntariamente a Francia; primero a París y, al poco tiempo, a Hendaya, en el País
Vasco francés, hasta el año 1930, año en el que cae el régimen de Primo
de Rivera. A su vuelta a Salamanca, entró en la ciudad con un recibimiento apoteósico. Murió repentinamente, en su
domicilio salmantino de la calle Bordadores, la tarde del 31 de diciembre de
1936, a los 72 años. A pesar
de su virtual reclusión, en su funeral fue exaltado como un héroe falangista. A su muerte, Antonio Machado escribió:«Señalemos hoy que Unamuno ha muerto
repentinamente, como el que muere en la guerra. ¿Contra quién? Quizá contra sí
mismo».
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